‘Sextete’ de medallas paralímpicas e infinitas historias de superación en la Fundación Trinidad Alfonso

Los deportistas paralímpicos Ricardo Ten, Kike Alhambra, José Antonio Marí y Héctor Catalá han sido reconocidos por sus éxitos y su esfuerzo

Ricardo Ten y su histórica colección de medallas, Kike Alhambra tras su debut paralímpico estelar, José Antonio Marí con otro bronce en la mochila, y Héctor Catalá, que sigue siendo un referente del triatlón nacional pese a una avería en su tándem que le hizo abandonar en el tramo de ciclismo. Son los cuatro deportistas adaptados que han exhibido en la sede de la Fundación Trinidad Alfonso sus éxitos en los Juegos Paralímpicos de París 2024.

Además de ellos, otras nueve figuras del Proyecto FER, iniciativa de apoyo a deportistas impulsada por la Fundación que preside Juan Roig, participaron en un certamen paralímpico que clausuró el pasado domingo con un botín oficial de 40 medallas para la delegación española. De ellas, seis tuvieron sello valenciano. Es por eso que el director de la Fundación Trinidad Alfonso, Juan Miguel Gómez, ha acogido a los cuatro deportistas en su primer acto público desde que aterrizaran en la Comunitat Valenciana. “Con este acto cerramos el círculo de los Juegos, reconociendo a un grupo de deportistas y sin olvidarnos de los 36 del Proyecto FER que han estado en París. Sentimos como propias sus alegrías y sus decepciones”, ha dicho el director para arrancar el acto de bienvenida.

Ricardo Ten: once medallas en siete Juegos Paralímpicos

La historia de superación de Ricardo Ten es archiconocida, pero no deja de sorprender la forma en la que se supera a sí mismo en cada ciclo olímpico. Desde que debutara en Atlanta’96, el ahora ciclista valenciano -se colgó siete medallas como nadador en cinco Juegos- cuenta once preseas en su medallero particular. Tres de ellas han sido conquistadas en París, donde Ricardo ha firmado, probablemente, la mejor participación paralímpica de su carrera con 49 años: “Estos han sido especiales por la cercanía, por la gente que ha podido acercarse a vernos, pero guardo momentos muy especiales de cada uno de los Juegos en los que he estado. Haber disputado tantos te da una perspectiva muy grande. En Atlanta éramos totalmente desconocidos, pero el deporte paralímpico ha ido creciendo y el trabajo de instituciones como la Fundación ha provocado que se ponga en valor todo lo que hacemos”, ha comentado el ciclista.

Y es que los de 2024 han sido sus séptimos Juegos. Ha conseguido erigirse como campeón paralímpico en ciclismo en ruta, en la prueba de la contrarreloj individual MC1, la que había preparado con más mimo. Con ese título se quita definitivamente la espina de Tokio, donde pudo alcanzar el bronce en el velódromo, pero no en la ruta. Pero además obtuvo otros dos metales en pista: el de plata en la velocidad por equipos y el bronce en la persecución individual. Con ese trío de colores, Ten parece agotar los retos de su longevo camino en el deporte y, pese a la “nebulosa” de su respuesta sobre si estos han sido sus últimos Juegos”, no descarta estar en Los Ángeles: “Tengo cierta edad u a no muy tardar tengo que decir adiós al deporte. No estoy preparado para ello aún. Ha sido una temporada increíble y voy a intentar seguir disfrutándolo. ¿Los Ángeles? Quién sabe… No lo descarto”.

Ricardo Ten quiere cerrar el círculo. De aquel niño de 9 años que, recién salido del hospital tras su accidente, se enamoró de los Juegos de Los Ángeles 84, a poder retirarse de nuevo en la ciudad estadounidense. “Hay muchas medallas que tienen mucho valor, pero siempre me quedo con los momentos que me han dolido más, los que realmente te enseñan, aquellos en los que piensas que tienes que esforzarte más. En Tokio estaba mejor preparado que en París, y es ahora cuando se han dado las circunstancias”, ha dicho uno de los mejores deportistas adaptados de la Comunitat.

Kike Alhambra: el futuro en sus manos

Otro de los grandes triunfadores valencianos de la cita fue un Kike Alhambra cuyo debut fue todo un éxito. Ya en su primera prueba, en la mañana el primer día de competición en la piscina de la Porte de la Chapelle, el nadador de Paterna impresionó metiéndose en la final de los 100 metros mariposa. Y, aunque él esperaba colgarse una medalla tan solo junto al relevo nacional, esa tarde fue gloriosa. Terminó tercero y firmó su primer bronce en París, un metal que iba a preceder al que también certificó en su última aparición, en esos relevos de 4×400 metros libres.

Kike ha contado cómo fue ese largo en que logró el bronce individual: “No tenía ni dea de cómo iba el ucraniano, estaba a tres calles y la vista me da para lo que me da… Me fijé en el francés, que iba más rápido. Sabía que mi única opción era ir a muerte a por el que tenía al lado”, ha asegurado el jovencísimo nadador, de 20 años, que confirma que piensa en estar en Los Ángeles para seguir acumulando medallas: “Intentaré llegar y superar los resultados de estos Juegos”.

José Antonio Marí, clave para la natación nacional

A sus 35 años, José Antonio Marí es, además de uno de los deportistas adaptados más ilustres del Proyecto FER, uno de los hombres clave para la natación española, la disciplina más laureada en París 2024. Fueron 15 las medallas que España sumó en el agua y, en una de ellas, Marí fue clave. Fue parte imprescindible para que el relevo mixto de 4×400 estilos compitiese en la final de la prueba y subiese al tercer cajón. Se sacrificó por el equipo, pues hubo de aceptar un cambio en la estrategia en pos de buscar la medalla en la tarde del pasado lunes 2 de septiembre. No obstante, su experiencia ha sido un grado fundamental para el éxito del país en la piscina. “Ha sido una recompensa muy importante después de 12 años de mi primera medalla paralímpica, pero siempre he tenido esperanzas de subir al podio. En Rio y Tokio estuve muy cerca. Nunca he perdido la ilusión, siempre me he sacrificado para intentar lograrlo. Esta medalla es una recompensa a toda mi carrera”, ha trasladado el valenciano.

Respecto al papel papel de la natación española en estos últimos Juegos, Marí ha destacado que “ha sido importante en los paralímpicos porque estos años han empezado a apretar la gente joven como Kike”. Y, además, tampoco renuncia a Los Ángeles, aunque quiere ir “año a año”: Desde hace unos años, pienso temporada a temporada. Voy a tomarme unas merecidas vacaciones y veremos cómo me encuentro. El año que viene, hay Mundial. Ese será mi objetivo”.

Héctor Catalá, un luchador sin igual

Mientras tanto, el triatleta Héctor Català quedó con la miel en los sabios. En una competición de triatlón que sufrió varias modificaciones de horario, el deportista de Serra pasó el trago más difícil de su carrera: en el segmento de ciclismo, cuando se encontraba en plena remontada y acariciaba las posiciones de medalla, una avería en su tándem le hizo abandonar. La desolación de Catalá, consolado por su guía, era visible:Se me ha roto el tándem, pero también el alma”, decía tras abandonar por primera vez en su carrera. ¿Está recompuesta? “Está un poco menos rota. Para recuperarla, se necesita tiempo y entrenar”, ha traslado el deportista, que se ha emocionado por la llamada de la Fundación pese a no conseguir medalla: “Que yo esté aquí hoy tiene mucho significado. Todos sabemos lo ‘resultadistas’ que son las instituciones, pero esta visita es un ejemplo  de la apuesta por la Cultura del Esfuerzo”.

Catalá tiene, este sábado, el Campeonato de España de Triatlón Adaptado en Valencia. Y, aunque asegura que no que nada sacará la espina de París –“porque, en realidad, es una espada”-, es el primer paso para recuperarse mentalmente: “La plata de Tokio se atenuó muy rápido, y esto se va a atenuar también. La vida no empieza y acaba en los Juegos, ha afirmado el atleta FER, que se inspira “en el ejemplo de Ricardo Ten” y que tendrá al famoso triatleta Diego Méntrida como guía en el evento de Valencia este fin de semana.

Compartir: