El pasado fin de semana, la provincia de Castellón volvió a ser el centro neurálgico del ciclismo. La Mediterranean Epic Gran fondo by ROTOR celebró su tercera edición, sumando un total de 3000 aficionados al ciclismo de carretera.
Oropesa Del Mar, fue la sede principal de esta prueba. Un territorio único en el mediterráneo, donde poder combinar familia y deporte. Una marcha cicloturista con un recorrido oficial de 218km y 3400m. de desnivel positivo, pero donde los participantes podían optar a retornar a meta en 2 puntos de control completando 112km o 160km en la opción media.
Tras dos ediciones a sus espaldas, Publicom Sport Events, no solo ha conseguido aumentar en un 30% la cifra de participantes, sino tambien la calidad y seguridad de la prueba, contando entre otros muchos elementos, con un amplio despliegue de moto enlaces y del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Castellón. Los ciclistas salieron del nivel del mar y pudieron disfrutar de los puertos más épicos del interior de Castellón, viviendo una vez más esa espectacular combinación de mar y montaña de la que presume esta provincia.
Durante la tarde del viernes se pudo disfrutar de una amplia programación precarrera, con feria del corredor, conciertos de Rock&Roll en primera linea de mar y la firma del libro del gran Perico Delgado, que una vez más no ha querido perderse esta prueba.
La experiencia Mediteranean Epic dejó de ser un sueño para convertirse en una realidad. La climatología no podía ser mejor y todos permanecían expectantes sobre las mejoras del recorrido. Una larga serpiente azul cubrió todos los cajones de salida. En el corte de cinta se pudo ver a la alcaldesa de Oropesa Araceli de Moya y el concejal de deportes Jordi Llopis, Jose Luis Rebollo de Rotor, Perico delgado y el director de la prueba, Héctor de la Cagiga. Bajo el arco de meta se vieron caras conocidas, como la del incombustible Perico Delgado, el ex tenista David Ferrer o la piloto del rally Dakar, Mónica Plaza. Los corredores, en una única salida, anclaron sus calas en el pedal y tomaron rumbo hacia el interior de Castellón.
La primera ascensión se dio en el kilómetro 15, el puerto de Miravet, con 5km de longitud y un 3,3% de pendiente. Esta suave subida dejó a los ciclistas en Cabanes. El pelotón cada vez más estirado y con buena media de velocidad, pasó por las poblaciones de Vilanova d’Alcolea y les Coves de Vinromá hasta llegar al inicio del segundo puerto, novedad en esta edición, La Mirona, con 10km de recorrido al 3,4%. En el municipio de Albocasser, el recorrido separó a la distancia de 112km, donde los corredores regresaban ya hacia la costa. Los valientes ciclistas del medio y Gran Fondo todavía tenían puertos que superar, como el puerto de Culla, con una distancia de 12,8km al 2,7% de pendiente, dejando a los ciclistas en cota 1.050 metros.
Tras la bajada se llegaba al segundo punto de control, donde los corredores de la distancia de 160km se dieron la vuelta, mientras que los del recorrido oficial de 218km continuaron hacia sus próximos objetivos. Benafigos y el Coll de Vidre, el puerto más largo, con 16,2 km de distancia al 4,2% y el Alto de Chodos, 2,9kmd e distancia y una pendiente de 7,4%. Tras el paso por las poblaciones de Chodos, Atzeneta del Maestrat, los ciclistas de La Gran Fondo volvieron a encontrarse con los de la Medio Fondo, para juntos volver hacia meta, no sin antes superar el último y famoso puerto de La Bandereta, corto pero con algunas rampas que superaban el 15% de desnivel. Cerca de las 11 de la mañana, se pudieron ver por la alfombra verde los corredores más rápidos de la distancia corta y, poco a poco a los de la media.
EN 6H30MIN entraron a meta los primeros corredores del gran fondo, y como ya es habitual, disfrutaron de un postmeta en familia
La fiesta continuaba tras cruzar el arco de llegada con un completísimo avituallamiento en el que destacaba la paella valenciana y un ambiente espectacular amenizado de nuevo por rockandroll del bueno de la mano del grupo Dustin. Sin duda, el postmeta es una de las facetas más valoradas por todos los corredores y donde la organización pone toda la carne en el asador para que los ciclistas disfruten al máximo de su merecido descanso.