Chapeau!: Los medallistas y diplomas olímpicos valencianos en París visitan la Fundación Trinidad Alfonso

Un quinteto estelar. Vega Gimeno, Sebastián Mora, Quique Llopis, Pablo Herrera y Lola Riera han visitado este martes la Fundación Trinidad Alfonso para compartir sus éxitos en los Juegos Olímpicos de París y sus sensaciones tras la celebración de la gran cita, en la que participaron 23 deportistas del Proyecto FER, iniciativa impulsada por la Fundación, cuyo mecenas es Juan Roig. Además de ellos, otras 13 figuras de la Comunitat Valenciana se encuentran compitiendo en los Juegos Paralímpicos, que se extienden hasta el próximo domingo 8 de septiembre y que ya han dejado, por el momento, tres medallas para la delegación valenciana.

Vega Gimeno y su reluciente plata

En la cita convencional, Vega Gimeno fue la gran medallista en baloncesto 3×3. La jugadora valenciana ha exhibido la reluciente plata que ganó junto a sus compañeras Juana Camilion, Gracia Alonso de Armiño y la también valenciana Sandra Ygueravide. “Ya solo meternos en los Juegos era un premio tras la decepción de quedarnos fuera de Tokio en una prórroga. El objetivo era intentar meternos en cuartos, no la medalla. Pero la verdad es que estuvimos muy bien. Tenemos ese gen competitivo que otros países no tienen”, ha comentado Vega ante una nutrida representación de la prensa desplazada a la sede.

La exjugadora del Casademont Zaragoza, que ha dejado el 5×5, pero que pretende continuar su carrera en el 3×3, ha contado cómo se enteró su conjunto de que había clasificado directamente a semifinales, sin pasar por la ronda previa de cuartos de final tras la fase de grupos: “Nosotras estábamos convencidas de que estábamos fuera de las semifinales, pero no sabíamos exactamente la regla para pasar directas. Les dijimos a las canadienses que habían avanzado ellas, cuando entró el comisario de FIBA en la sala y dijo habíamos pasado nosotras. Se hizo el silencio. Habíamos visto los brackets, pero pensábamos que se trataba de un error”.

Una de las notas curiosas de la jornada ha sido la pregunta de Sebastián Mora, el ciclista FER que logró un diploma en la prueba de madison, en la pista, y que se vistió de periodista para interesarse por las sensaciones de Vega: “Antes de la final… ¿recordasteis cómo os clasificasteis para los Juegos con aquella canasta de espaldas de Gracia Alonso?”, ha preguntado Mora. “Lo hablamos justo antes de salir a pista. Íbamos a jugar una final olímpica, y era el único partido que íbamos a poder disfrutar al 100%”, ha replicado Vega Gimeno.

Sebastián Mora, al borde de la medalla

Y es que el ciclista de Vila-real también vivió emociones fuertes en los Juegos. Estuvo a punto de subirse al podio y brindarle otra medalla a la delegación española, pero una caída de su compañero Albert Torres le hizo protagonizar lo que hubiese sido una gesta: nunca en una madison un miembro del equipo había completado 35 vueltas sin su relevo. “La sensación es que se dejó de ganar una medalla”, ha dicho, meridiano, Sebastián Mora.

“La prueba se estaba dando como nosotros queríamos. Con un segundo antes habríamos estado en tiempos de medalla. Ganar es súper difícil, pero el metal estaba asegurado. Hay que valorar el diploma porque hice 35 vueltas solo y lo más fácil era abandonar, pero lo descarté por el compromiso conmigo mismo, con el país y con la gente que está a mi lado”, ha añadido Mora.

Quique Llopis es uno de los mejores vallistas del mundo

El que también firmó un espectacular resultado en los Juegos fue Quique Llopis. De haber igualado su marca personal de 13.09 en los 110 metros vallas, hubiese conseguido un metal olímpico siendo el único europeo en una final dominada por los mejores vallistas del planeta. Entre ellos, el propio Quique, que ya es uno de ellos. Quizá por eso, pese a llevarse un diploma que pone de manifiesto la calidad del atleta de Bellreguard, solo ante el peligro ante estadounidenses y jamaicanos, se muestra autoexigente: “Siempre me exijo un poco más, y más sabiendo que la carrera de la final no había sido buena. Da un poco más de rabia, pero luego en frío asimilas todo y te das cuenta de lo que has hecho”, ha reconocido.

Llopis afronta ahora otra temporada de vértigo, con el Campeonato del Mundo de atletismo al aire libre de Tokio como competición estrella. La preparará con mimo, pero antes necesita un descanso tras un pequeño revés en su tobillo durante las últimas semanas: “Estoy bien. Quería acabar la temporada compitiendo y acabar de demostrar el estado de forma, pero tuve un esguince tonto entrenando”, ha revelado.

Pablo Herrera es leyenda del voley playa

“Parece que ha pasado un año de los Juegos”, comentaba Pablo Herrera entre risas. Y es que, tras competir en sus sextos Juegos Olímpicos en París, fue al Europeo y, después, al Campeonato de España, de la mano de su inseparable Adrián Gavira. Con él, consiguió un diploma olímpico y superaron, por primera vez desde que compiten juntos, la barrera de los octavos de final de unos Juegos. “El equipo rindió de manera increíble. Cuando decidimos competir por ir a París, nos miramos a la cara Adri y yo, y sabíamos que las dificultades físicas iban a existir, por la edad. Siempre ha habido alguna lesión que ha provocado mermas en el equipo, pero Fran Marco (su entrenador) también nos animó a continuar”, ha relatado Herrera, que con 42 años se convirtió en el jugador de voley playa con más participaciones olímpicas de la historia. Una auténtica leyenda.

“Los Ángeles queda muy lejos, cuatro años más se ven imposibles. Va siendo hora de echarme a un lado y ver el voley playa como aficionado. Seguramente siga vinculado a mi deporte en Castellón, pero son más de 20 años en el deporte de élite”, ha dicho sin esconder que, a pesar de su experiencia, vivió su debut en París “con ciertos nervios” por ser los últimos Juegos de su vida como jugador.

El camino de Lola Riera

Con la mochila también cargada de experiencia, Lola Riera pudo, primero, regresar a la Selección Española de Carlos García Cuenca; después, avanzar hasta cuartos de final de unos Juegos, con lo que ello supone para la disciplina a nivel nacional. Lola, además, fue una de las importantes, logrando tantos que sirvieron a España para superar la fase de grupos, como el de la balsámica victoria ante Gran Bretaña. Sin embargo, su camino a París fue duro: “Fue luchar contra lo que me habían dicho que no se podía hacer, fue un extra de motivación volver a la Selección. Valía todo para estar en París”, ha admitido.

Ahora, como el resto de deportistas valencianos, Lola necesita desconectar: «Necesito un período de reposar todo lo que ha pasado. En 15 días empiezo la liga con Complutense y quiero encontrarme bien. En cuanto a la Selección, veremos. Cuatro años hasta Los Ángeles son muchos y hay otros objetivos más cerca”, apuntó respecto a la posibilidad de cumplir otro ciclo.

Cinco héroes, cada uno con su sacrificio y su éxito a las espaldas, que la Fundación Trinidad Alfonso ha premiado con un reconocimiento “no por unos resultados concretos, sino por lo importante que es compartir el camino”, recordó el director de la Fundación, Juan Miguel Gómez. “Consideramos propios tanto sus éxitos como sus decepciones, este acto no es por un hecho puntual. El lema de ‘Chapeau’, con todos los deportistas FER que estuvieron en los Juegos Olímpicos, refleja el valor que tiene su presencia”, agregó al tiempo que deseó “la mejor de las suertes” a los valencianos que se encuentran compitiendo en los Paralímpicos de París.

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