El presidente del club, Antonio Márquez, y los jugadores Lucas Martín y Victoria Rosell analizan una campaña que ya es para el recuerdo
El senior masculino logró meterse en 'playoffs' por el título por primera vez; el femenino opta al ascenso a la máxima categoría del rugby nacional
La apuesta por la base y la organización de la final de la Copa del Rey de rugby refuerzan a uno de los clubes referentes en la Comunitat de l'Esport
Una temporada histórica. Para el recuerdo. El equipo senior masculino de Les Abelles concluyó la pasada semana el mejor curso en más de 50 años de recorrido del club de rugby más importante de la Comunitat de l’Esport. El conjunto de Guillermo Ahuir ha cumplido con el objetivo marcado cuando renovó como técnico de la entidad este pasado verano: clasificar para ‘playoff’ por el título por primera vez en la historia abejorra. No solo se certificó la permanencia en la División de Honor, la máxima categoría del rugby nacional, a falta de dos jornadas para la conclusión del campeonato, sino que también se logró meter cabeza en la fase final como octavo clasificado en la general.
Es un hito que no hace más que confirmar el trabajo del club ya desde la base y en su sección femenina. Y es que esta ha sido la temporada en que la escuela más ha nutrido al primer equipo. La contratación de José Mendoza como director deportivo ayudó a otorgar “cierto orden” a todo el engranaje de Les Abelles. Así lo asegura, de hecho, su presidente, Antonio Márquez: “No pensábamos que fuera a dar frutos en el corto plazo, pero la verdad es que ha salido una temporada excepcional”. Eso sí, no ha sido un camino de rosas.
Una campaña más complicada de lo que parece
“Hemos llegado a los objetivos marcados en el primer equipo de DH, pero ha sido una temporada más complicada de lo que dicen los números”, argumenta Márquez. Les Abelles empezó con muy buen pie, plantando cara a dos de los punteros del rugby español: empató ante el Ciencias de Sevilla y, sobre todo, consiguió doblegar al Burgos, su reciente verdugo en cuartos del ‘playoff’ y favorito a alzarse con los títulos. Aquello ocurrió en Quatre Carreres, en Valencia, y, para el vestuario, supuso uno de los mejores momentos del curso. “No se nos va a olvidar nunca”, dice precisamente uno de sus jugadores, Lucas Martín, que a sus 24 años es todo un ‘One Club Man’ -lleva jugando en el club desde que tenía 5-. “El Burgos venía de ser campeón de Supercopa semanas antes e íbamos muy motivados… pero no esperábamos ganar, así que eso también fue histórico”, recuerda.
En el mundo del rugby se presentía entonces que Les Abelles era el equipo revelación del año, pero el ecuador de la temporada también trajo baches. Las lesiones empezaron a complicar a Ahuir y empezó “una travesía por el desierto”, admite el presidente. Incluso el equipo hubo de hacer frente a una pérdida de dos puntos por incurrir en alineación indebida en el séptimo partido de liga regular contra Alcobendas. Se dio el encuentro por perdido a los valencianos por tanteo de 21-0. Corría el mes de enero y los abejorros empezaban a ver las espinas a ese florido camino del inicio. No obstante, el equipo se repuso y volvió a carburar.
Un gran final de temporada permitió a Les Abelles salvarse, primero, y después meterse en la ardua pelea por el metal. De hecho, estuvo a punto de colarse en el ‘grupo de ganadores’ al final de la primera vuelta. Finalmente, al clasificar octavo y segundo en la denominada ‘fase de perdedores’ -la última posición de acceso al ‘playoff’- el emparejamiento de la primera eliminatoria fue ante Burgos, primero en la general. Esta vez, a domicilio, no hubo chances de épica. Sin embargo, las complicaciones que aguardó la temporada hace que el final histórico “todavía sepa mejor”, comenta Antonio Márquez. “Llevábamos tres años luchando por la permanencia y este queríamos ser un poco más ambiciosos”, dice un presidente que remarca la dificultad de la categoría: “Hubo un momento en que, de los seis equipos de abajo en la clasificación, cuatro estábamos empatados a puntos”.
La plantilla ha acabado “orgullosa” por un trabajo de muchos años. “Más por el cómo que por el qué”, asegura Lucas Martín. Porque Les Abelles es un club “al que siempre le han interesado mucho las formas de ganar” y porque esta temporada las inferiores, en las que también entrena el propio Lucas -dirige al Sub16-, han nutrido más que nunca al primer equipo. Pero… ¿y ahora qué? Es la gran pregunta que se hacen tanto en la ‘planta noble’ de la entidad como entre el núcleo del vestuario. Y coinciden: “Es momento de apostar por llegar un poco más arriba. Quizá entrar en mejor posición en el ‘playoff’ para no emparejarnos con el primero, en su casa”, apunta el jugador. “El objetivo es claro, clasificar en el grupo de arriba, asegurar la permanencia a mitad de temporada y jugar la promoción por el título un poco más cómodos”, dice el presidente. Ahora, en lo que atañe a la sección masculina de los abejorros, se abren unos meses en los que la directiva tiene trabajo: “Habrán jugadores que dejen el club y los que lleguen tendrán que mantener el nivel”.
El femenino quiere volver a la élite
Mientras tanto, la campaña en el senior femenino de Les Abelles todavía no ha concluido. Este próximo domingo (11:30h), las valencianas se enfrentan al Atlético Portuense en el Pantera, ante su gente, en los cuartos de final del ‘playoff’ por el ascenso. Ellas militan en la División de Honor B, la segunda categoría del rugby femenino en España, pero el objetivo es volver a la élite que ya saborearon en 2020, durante el año del 50 aniversario del club. Aquella temporada en la Liga Iberdrola fue complicada: “El salto fue mucho más grande de lo que pensábamos y descendimos, pero seguimos teniendo en el radar volver a la cima”, confirma Antonio Márquez, también orgulloso del curso que han cuajado las chicas de Germán Ahuir, gemelo de Guillermo, coach del masculino.
Las abejorras clasificaron terceras en el ‘grupo A’ de la División de Honor B y cuartas en la general, y jugarán como local la primera eliminatoria por el ascenso ante un rival con peor bagaje durante la temporada regular -Portuense acabó segundo en el grupo “de abajo”, e B’-. El escenario que abre este domingo es el de los cuartos de final, de los que están exentos los dos primeros clasificados. Les Abelles, terceras, habrán de superar este primer envite y después, en semifinales, verse las caras con las segundas del campeonato, Complutense Cisneros. Y de ahí, a una hipotética final que brindaría al club dos vías de ascenso: ganando la propia final -a partido único en campo del mejor clasificado en liga- o, de caer en ella, venciendo en una ‘repesca’ a las séptimas de la Liga Iberdrola. Un ‘playout’. Y, sea como sea, “va a ser complicado”, admiten desde el club.
Así lo transmite una de sus jugadoras, Victoria Rosell, otra de las figuras de toda una vida en Les Abelles. Pero siempre hay esperanzas: “Tenemos un equipo muy fuerte que puede plantar cara a cualquiera, aunque tuvimos muchas lesiones en el último partido”, recuerda. Victoria tiene 18 años y lleva 9 jugando en el club. Ha pasado por muchas etapas desde que, hace 12, Les Abelles puso en marcha el senior femenino. En todo ese tiempo, asegura que ha ido notando la evolución del rugby femenino en la Comunitat: “Cuando empecé prácticamente era la única niña. No podía jugar con el femenino y estuve hasta los 17 años entrenando con chicos. Ahora que estoy en el absoluto, veo que en categorías inferiores hay más chicas que juegan al rugby y es una alegría”, dice.
Y es que cada vez son más las que se inician en esta disciplina y, asegura la jugadora, “se nota muchísimo el apoyo de la Fundación Trinidad Alfonso y el trabajo de Les Abelles a la hora de visibilizar el rugby femenino”. “A la Comunitat Valenciana le hace falta tener un equipo femenino de referencia para que las chicas que realmente quieran competir no se tengan que ir fuera, porque no tenemos ningún equipo de élite cerca”, comenta el presidente. La intención es esa, que Les Abelles se convierta en esa referencia como ya fue, hace tres temporadas, el primer equipo valenciano de la historia del rugby femenino en catar la máxima categoría.
Una firme apuesta por la base
Además, Les Abelles también se caracteriza por ser uno de los clubes más potentes a nivel de cantera. El trabajo de escuela, con Mendoza y previo a su llegada, ha dado sus frutos antes lo esperado, incluso. Esta temporada, el club ha alcanzado por primera vez las finales territoriales en las tres categorías que empiezan a iniciarse en competición -M14, M16 y M18-. Es todo un paso adelante porque el club, además, llevaba cinco años sin ganar una liga en categorías inferiores. Lo ha conseguido ese Sub-16 que entrena Luchas Martín. El Sub-18 salió subcampeón y el Sub-14 espera su oportunidad. “En estas categorías ganar no es lo más importante, pero a todo el mundo le gusta competir”, asegura el jugador.
Martín lo resume casi todo con una reflexión. “Hemos crecido en licencias y es el año que más he disfrutado entrenando. La prueba del buen trabajo en en categorías inferiores está en que cada vez se nutre más al primer equipo. Los jugadores que se fichan pueden ser menos en número y de más calidad. Es lo que nos está pasando: me dicen hace unos años que Bauti Güemes -el capitán del equipo masculino- va a jugar aquí, y lo hubiese dado por imposible. Ahora, cada vez más, jugadores de prestigio piensan en Valencia para jugar al rugby”. Queda claro. La demostración, que Héctor Burke y Roberto Ponce, dos jugadores Sub-23 que han militado en las filas del senior este curso, han sido citados esta misma semana con la Selección Española de su categoría.
Les Abelles, club organizador de la Copa del Rey de Rugby
A toda esta retahíla de hitos conseguidos en una temporada, hay que añadir otro más que está a punto de culminar. Les Abelles organizará, junto a la Federación Española de Rugby (FER), la final de la Copa del Rey en Valencia. Será el próximo sábado 4 de mayo, a las 21h, en el estadio Ciutat de València, donde habitualmente juega sus partidos de fútbol el Levante Unión Deportiva. Es un gran escenario para un gran evento que, según apunta Antonio Márquez, espera acoger entre 10.000 y 12.000 personas. La final ya pasó por la ciudad y por el mismo estadio en 2018, pero es la primera vez que el club abejorro se adentra en la organización: “Es una gran responsabilidad porque es uno de los partidos de mayor repercusión del rugby nacional. Organizarlo nos hace tener muchas ilusiones, más en un entorno tan potente como el Ciutat, que da al evento una relevancia todavía mayor”.
Las entradas ya están a la venta hasta el mismo día del encuentro, en que habrá actividades en los aledaños para amenizar la espera a las aficiones de Burgos y VRAC, de Valladolid, que reeditarán la final del año pasado. Food trucks, un campo de rugby, tiendas, música, barras… Toda una fanzone para la gran fiesta del rugby español, que volverá a celebrarse en la Comunitat de l’Esport.