La clasificación de triple salto del Europeo de Múnich, con dos grupos y dos pasillos con sus dos fosos en paralelo, fue totalmente intrigante a causa de un viento muy cambiante. Los dos valencianos tuvieron que estar muy pendientes de la dirección del viento para maximizar el esfuerzo en sus saltos. Marcos Ruiz lo redondeó con un gran tercer salto, que le llevó hasta los 16,76 (-1.3), la quinta mejor marca de todos los competidores. Pablo Torrijos, como ya le sucedió en el Mundial de Eugene, no tuvo buenas sensaciones, pero el atleta del Playas de Castellón tuvo a la suerte de cara esta vez y le valió con una marca floja (16,12 con +2.5). Estaba en el alambre, pero los saltadores tuvieron tantos problemas en este concurso que antes de hacer el tercer y último intento, miró la clasificación y vio que estaba en la final, que se celebrará el miércoles por la noche (20.15 horas, Teledeporte).
El castellonense no logra trasladar las buenas sensaciones entrenando a las competiciones, aunque se da por satisfecho por haber salvado un día realmente complicado. “Los dos saltos han sido malos. Mal la carrera y mal el salto. Solo que he mantenido la calma y eso me ha permitido evitar el viento en contra. De hecho, se lo he dicho a Marcos, que esperara. Porque encima las banderas de arriba marcaban una cosa y las de abajo, otra. Ha sido un poco loco. No me he visto nada bien, pero llevo tres Europeos, tres finales, tres diplomas y quiero repetir. Las últimas dos semanas han sido bastante buenas, he remontado bastante y he tenido grandes saltos. Lo de hoy me ha sorprendido para mal, pero he tenido suerte”.
Marcos Ruiz, un atleta que este año compite por la federación de Cataluña, estaba mucho más tranquilo y trataba de quitarse presión en su segundo gran campeonato. “Ha sido un concurso muy loco con viento muy cambiante, pero lo importante es que lo hemos sacado y ya estoy en la final, donde solo espero disfrutar. Yo no pienso en los 17 metros sino en disfrutar y cuando tenga que salir, saldrá”.